Estamos empezando el año, apenas ha pasado una quincena de este 2013. Hace un mes estábamos en plena temporada navideña disfrutando de lo que esos días de fiesta conllevan. Ahora vivimos una temporada de buenos deseos, de propósitos anuales y de anhelos de felicidad.
Sin embargo, el grado de felicidad que podamos disfrutar está proporcionalmente relacionado con el grado de calidad de vida que logremos alcanzar. Y para ello es necesario tener una cultura financiera que nos permita tomar buenas decisiones económicas para el futuro personal y familiar. Obviamente, el amor de pareja, de la familia, de las amistades y la salud son aspectos que también deben cuidarse. Y aunque aparentemente no están relacionados con la economía sí lo están de una u otra manera.
Tener una cultura financiera significa incluir en nuestra vida la planeación del ingreso y del gasto, el ahorro, la inversión, la buena utilización del crédito, y el uso de los seguros; en aras de lograr objetivos económicos de corto, mediano y largo plazo. Todo esto abarca el concepto de finanzas personales. La finalidad última es gozar de un bienestar personal y familiar.
Para las mujeres es muy importante contar con unas sanas finanzas personales. Ya que aún existen barreras para lograr una real autonomía económica tales como la discriminación salarial, la desigual distribución del trabajo doméstico, el techo de cristal que persiste para que las mujeres alcancen puestos de alta dirección y por lo tanto mejor remunerados, entre muchas otras. Por lo que pese a lo anterior, tener una buena administración del dinero ayudará a sobrellevar las problemáticas y a alcanzar objetivos de bienestar y autonomía económica.
En ese sentido, en este espacio de comunicación el tema de las finanzas personales (además de los temas empresariales) será uno de los que se privilegie. Por tanto, podrán encontrar artículos y notas relacionadas que seguro les serán de utilidad.
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